Mi trayectoria de alquimista

 

Desde mi juventud, he estado cautivado por las grandes preguntas de la existencia: la naturaleza del alma, lo que nos espera después de la muerte y la esencia de nuestro ser. Esta curiosidad me llevó a encuentros fortuitos y al descubrimiento de obras clave, incluyendo «El Libro de los Espíritus» de Allan Kardec, que iluminó mi comprensión del mundo espiritual.

Mi camino eventualmente me confrontó con experiencias sobrenaturales, incluyendo comunicaciones con el mundo invisible. Estos primeros contactos fueron fascinantes e intimidantes, llevándome en un momento a concentrarme en el mundo material. Me sumergí en las ciencias y tecnologías, desarrollando una experiencia en el pensamiento racional y cartesiano.

Sin embargo, una sed de un significado más profundo resurgió, empujándome hacia el estudio de las energías sutiles y el misticismo. Me formé en Reiki, alcanzando varios niveles de experticia, lo que afinó mi sensibilidad a las energías y me acercó a la naturaleza y al reino vegetal. Paralelamente, me interesé en diversas creencias y religiones, buscando extraer su esencia.

Mi curiosidad me llevó luego al estudio de antiguas civilizaciones, la geometría sagrada y los avances en física cuántica y teorías de campos unificados. Fascinado por el reino mineral, exploré la litoterapia y las propiedades vibratorias de los cristales.

El descubrimiento del sonido en forma de vibraciones, especialmente a través de los cuencos tibetanos, fue otro punto de inflexión, haciéndome consciente del profundo impacto del sonido y la intención en nuestro ser.

Finalmente, la alquimia se presentó a mí como una revelación, gracias a un encuentro durante mis estudios de física. Este nuevo camino me abrió a perspectivas inéditas, enriqueciendo mi trayectoria de desarrollo personal y espiritual.

Hoy, con estas experiencias, me dedico a compartir y acompañar a otros en su desarrollo, utilizando la presencia consciente como una herramienta poderosa de transformación personal.

Mis creaciones alquímicas.

Gotas Alquímicas.

En un mundo donde la alquimia y las fuerzas energéticas se entrelazan armoniosamente, soy Myrko, un apasionado de la alquimia y la creación. He descubierto una forma única de fusionar aleaciones de metales nobles para crear joyas que resuenan con la frecuencia de cada persona, convirtiéndose así en una verdadera alquimia personalizada.

Las joyas que creo no son simplemente accesorios, son herramientas de transformación personal y conexión profunda. Al conectarse con la frecuencia única de cada persona, se convierten en talismanes que amplifican y apoyan su energía e intención.

Ya sea que busques reconectarte contigo mismo, amplificar tu energía o manifestar tus aspiraciones más profundas, mis joyas están aquí para acompañarte en tu viaje de transformación y realización. Cada pieza que creo es una alquimia personalizada, una extensión de tu ser, que te recuerda tu propio poder y belleza interior.

Onda de Forma

 

 

La onda geométrica «Onda de Forma n°1» permite recuperar la libertad en el cuerpo y la mente. La Onda de Forma #1 está directamente conectada con la energía electromagnética terrestre, también depende de la energía magnética de nuestra estrella, el sol, y facilita el equilibrio de las energías de los cuerpos y los espacios interiores y exteriores. Cuando la onda geométrica se despliega (vertical u horizontalmente), permite equilibrar o reequilibrar todas las formas de vida conscientes e inconscientes en todas las dimensiones. Revitaliza el cuerpo y equilibra los 3 reinos. Permite un equilibrio sencillo y eficaz, ya sea físico, energético o psicológico.

 

La alquimia, el arte de transformar… algunas explicaciones…

En nuestra búsqueda para encontrar la felicidad y la realización personal, a menudo nos enfrentamos a obstáculos, limitaciones autoimpuestas y patrones de pensamiento negativos que obstaculizan nuestro progreso. Aquí es donde entra en juego la alquimia personal, un proceso de transformación profunda que nos permite cambiar nuestras vidas transmutando los aspectos negativos en positivos. En este artículo, exploraremos los principios de la alquimia personal y cómo se puede aplicar para catalizar una metamorfosis interior significativa.

Comprender los fundamentos de la alquimia personal:

La alquimia personal tiene sus raíces en la antigua tradición de la alquimia, que buscaba transformar el plomo en oro. De manera similar, la alquimia personal se centra en la transformación de nuestro ser interior para alcanzar un estado de realización y plenitud. Esto implica explorar nuestros patrones de pensamiento, emociones y comportamientos para transmutarlos en cualidades positivas como la confianza en sí mismo, la compasión y el amor.

El proceso de transmutación:

La transmutación alquímica personal se basa en la comprensión de que todo lo que existe en nosotros puede ser transformado. Primero identificamos los aspectos negativos que nos limitan, como los miedos, las dudas o las creencias limitantes. Luego, los sometemos a un proceso de purificación, integración y trascendencia. A través de este trabajo interior, podemos convertir estos elementos en cualidades positivas que nutren nuestro crecimiento personal y nuestro florecimiento.

La conciencia de sí mismo y la observación:

El primer paso de la alquimia personal es desarrollar una profunda conciencia de uno mismo. Esto implica observar nuestros pensamientos, emociones y patrones de comportamiento sin juicio. Al tomar distancia, nos volvemos conscientes de los aspectos de nosotros mismos que requieren transformación. La observación nos permite ser conscientes de nuestras fortalezas y debilidades, e identificar las áreas en las que debemos trabajar para nuestra evolución personal.

La purificación:

La purificación es una fase crucial de la alquimia personal. Consiste en eliminar los elementos negativos de nuestro ser, como los pensamientos tóxicos, los hábitos autodestructivos y los patrones emocionales limitantes. Esto puede lograrse mediante prácticas como la meditación, la escritura en un diario, el perdón y la liberación emocional. La purificación crea un espacio interior propicio para el crecimiento y el surgimiento de nuestra verdadera esencia.

La integración:

Una vez que hemos purificado los aspectos negativos, entramos en la fase de integración. Esto implica cultivar las cualidades positivas que deseamos desarrollar en nosotros mismos, como la confianza, el amor propio y la gratitud. La integración implica poner en práctica nuevos comportamientos y perspectivas, lo que nos permite convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.

La trascendencia:

La trascendencia es el culmen último de la alquimia personal. Es cuando superamos nuestros límites y condicionamientos para alcanzar un estado de conciencia superior. En este estado, somos capaces de vivir plenamente nuestro potencial y acceder a una sabiduría profunda. La trascendencia nos permite conectarnos con nuestra verdadera naturaleza espiritual y crear una realidad satisfactoria y alineada con nuestra esencia.

Finalmente…

La alquimia personal ofrece un camino fascinante para transformar nuestra vida y realizar nuestro pleno potencial. Al abrazar el proceso de transmutación, purificación, integración y trascendencia, podemos liberar nuestra verdadera esencia y vivir una existencia plena. Ya sea que busques la paz interior, la confianza en ti mismo o la realización personal, la alquimia personal ofrece un emocionante viaje de descubrimiento de uno mismo y transformación profunda. Atrévete a emprender este camino y deja que la alquimia personal guíe tu metamorfosis interior.

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